Me llamo Peluchín, y soy un oso pardo de cuatrocientos kilos de peso,
ahí es nada, chavales y chavalas. Tengo unas garras increíbles, eficaces
y fatales. Soy una bestia salvaje. Sí, en efecto, soy un arma mortal.
Pero, ¿me veis por ahí matando a montañeros o comiendo bebés humanos o
masacrando grupos de ciclistas o partiendo por la mitad a esquiadores
despistados? No, ¿verdad? ¿Sabéis por
qué? Porque no soy un jodido psicópata (solo a veces, la época de
apareamiento es muy mala). No pertenezco a la familia de osos que
ayudaron a Eliseo (asesinos a sueldo bíblicos). Vivo mi vida. No soy un
oso estadounidense de esos que va rebuscando en los contenedores de los
pueblos, o robando la comida de los campistas. Vivo mi vida sin joder a
nadie, y reciclo, que lo sepáis (ja, ja, ja). Lo de reciclar es una
forma de hablar, la basura que genero es orgánica.
Pues eso: si me veis en la oscuridad del bosque, no corráis… (ja, ja, ja… mejor corred).
"No soy un oso estadounidense de esos que va rebuscando en los contenedores de los pueblos, o robando la comida de los campistas. Vivo mi vida sin joder nadie"
ResponderEliminarpero fíjate que parecidos que somos Peluchín!
Abrazo Dany
Abrazo grande, Tuky. Un placer.
EliminarPues yo soy un jodido oso maloso jojojojo
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