He despertado algo aturdido,
medio tonto, idiotizado. Intento terminar los relatos empezados pero no puedo.
Necesito libertad, anarquía; las palabras fluyen de un modo divergente, van por
libre. Son tantos conceptos a la vez que no sé por cuál decantarme. Optaré por
la tranquilidad, la frágil y triste serenidad; caeré en las garras de la
visceralidad y me dejaré llevar por la sinrazón.
dulce sinrazón, hermano
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