Busco infiernos que no existen;
revuelvo en los callejones, en la chatarrería que
hay detrás del colegio, entre la porquería de los contenedores.Habito un cráneo vacío y desértico; soy un cubo negro, uno de esos recipientes utilizados para arrojar la basura, la única diferencia es que mi interior está codificado, soy un selecto aparato hueco.
Las ratas blancas de ojos rojos bailan al son de los tambores del opio; están relajadas y listas para drogarse; son el auténtico desperdicio de esta embaucadora sociedad.
No puedo seguir escuchando las mismas voces, necesito saltar al vacío, necesito un cambio de guion.
Busco infiernos que no existen;
huyo, examino y no encuentro, nado a contracorriente
día sí y día también, avanzo sin mirar atrás, me siento a descansar y fumo, camino
a tientas y prendo la antorcha.
tremendo poema Dany y tus infuernos inexistentes.
ResponderEliminarGracias, compañero. Todos tenemos un infierno interior, un lugar donde nos sentimos como en casa...
EliminarMuchas gracias por el comentario.
Por cierto, me alegra encontrar escritores de mi agrado, y gracias a esto te he encontrado.
EliminarNo me entero ni de la mitad....
ResponderEliminarIndi, ya tú sabes...
EliminarEste poema te representa, somos amigos y lo sé.
Un abrazo muy grande.
Enorme....yo sí que me entero xD
ResponderEliminarHe leido algún poema tuyo, y estoy seguro de que transitamos por los mismos infiernos.
EliminarUn abrazo, y muchas gracias por el comentario y la difusión. Me alegra encontrar poetas interesantes, no es fácil.
Genial! Aplausos por ese remate del final
ResponderEliminarIntento ser positivo (en mi vida lo soy, es mi interior el que necesita la luz de esa antorcha).
EliminarUn besazo, te sigo, Tuky...