–No, es que Mirlo solo puede comunicarse por esta vía, las
otras no le gustan –dijo Jilguero.
Halcón pensó que Mirlo era gilipollas, aun así decidió
acceder a la forma. También pensó que Jilguero era idiota.
–Haré lo que pueda, Jilguero, díselo a Mirlo.
Halcón se esforzó al máximo y finalmente encontró esa forma.
Días después se dio cuenta de que tanto Mirlo como Jilguero pasaban de comunicarse.
Moraleja: Halcón come mirlos y jilgueros, y ellos se tragan
cañamones como pelotas de tenis.
A veces las historias no tienen sentido, son solo historias.
Es cojonuda. Para mí tiene mucho sentido.
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