Persigo los dobles pasos
del profeta ruin.
Atravieso falsos senderos
de cieno y piedra.
Avanzo en dirección al fuego.
Los disparos silban
al rozar mi sien.
Así es el juego.
Los banjos resuenan.
Millones de extraños
demonios emergen del suelo.
La garra de la democracia
tiene dueño.
Los gritos son atronadores.
El camino no es sólido.
Las visiones no son reales.
El olvido se mezcla con la rutina.
Es la senda de las frases diversas.
Las calderas rugen; el ciclo muere.
No ansío el secreto de la vida.
Solo sigo rumbos perdidos
y desiertos.
Me pierdo en el agujero.
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