viernes, 21 de septiembre de 2018

Un ensayo sobre ciencia ficción que no llegará a nada II




Detalle histórico: vínculo con las publicaciones Pulp


Las famosas revistas pulp, como casi todos sabéis, tuvieron un gran impacto en su época. Nacieron en algún momento del primer tercio de siglo XX y decayeron en los años cincuenta. Son las herederas directas de las dime novels y los penny dreadfuls. Por mis manos han pasado algunos ejemplares, pero no los suficientes. Soy un apasionado de esa época tan visceral y salvaje.
    Detalle interesante: en un primer momento su nombre hacía referencia al tipo de encuadernación, un tanto cutre, y no al contenido. Etimológicamente hablando, pulp fue adoptado por el desecho de pulpa de madera con el que elaboraban un papel amarillento de muy mala calidad, barato, fácil de obtener y con el que editaban dichas revistas. Fue en los años veinte cuando se adoptó el nombre para dichas publicaciones.
    En sus páginas se podían encontrar autores como Isaac Asimov, Alfred Bester, Robert Bloch, Leigh Brackett, Ray Bradbury, Arthur C. Clarke, Philip K. Dick, Arthur Conan Doyle, Robert A. Heinlein, Frank Herbert, H. P. Lovecraft, H. G. Wells, Philip Francis Nowlan, Seabury Quinn o Robert Silverberg. A día de hoy casi todos esos textos están reunidos en recopilatorios y novelas. No son demasiado difíciles de encontrar, solo hay que buscar (aunque sea en el mercado de segunda mano).
    A modo de dato histórico, la novela En las montañas de la locura de H. P. Lovecraft, fue publicada en tres números de la revista  Astounding Stories a lo largo de 1936. Actualmente tengo un ejemplar de ese mismo trabajo editado por Valdemar.

Extrañezas scifi


Navegando por los mundos literarios uno se encuentra con infinidad de rarezas. En el caso de Rant: La vida de un asesino (2007), de Chuck Palahniuk, me topé con una historia que, más allá de narrar la muerte del personaje, argumentar las choquejuergas y enumerar una serie de enfermedades venéreas, especula sobre la vida después de la muerte, lo que ocurre con la esencia que nos hace únicos. Para mi gusto es una obra magistral que toca temas como los viajes en el tiempo y la reencarnación. Muy a tener en cuenta y escrita con el estilo único de Palahniuk. La historia está elaborada a partir de testimonios individuales no correlativos en el tiempo.
    El mismo Charles Bukowski hizo sus pinitos en el género. Por ejemplo, el relato La máquina de follar (1967) trata de una mujer mecánica construida por un doctor alemán, tan similar a las muñecas sexuales que hoy en día se fabrican en Japón que podría tratarse de un cuento visionario. Los propios personajes del relato no la distinguen de una mujer de carne y hueso. Incluso el tacto de la lengua, el calor de su cuerpo. Nada la convierte en máquina.
    En esta sección me gustaría hablar de H. P. Lovecraf y la extrañeza de los Mitos de Cthulhu, relacionados con razas extraterrestres que habitan en la Tierra desde tiempo inmemorables. A fin de cuentas, este autor es uno de los impulsores del weird, o ficción extraña, estilo literario que mezcla el horror, la ciencia ficción y el realismo. Entre los títulos más destacables, dentro de los márgenes de la ciencia ficción, me gustaría resaltar El caso de Charles Dexter Ward (1927-1928), El que susurra en la oscuridad (1930), La sombra sobre Innsmouth (1931), y En las montañas de la locura (1936).
    El caso de Kurt Vonnegut también se escapa de la normalidad. En Matadero cinco (1969), novela que también se titulaba La cruzada de los niños, el autor narra las vivencias del soldado Billy Pilgrim (su alter ego, según los expertos). Una parte de la historia se centra en la Segunda Guerra Mundial, concretamente en el bombardeo de Dresde. En el texto se mezcla realidad histórica, viajes en el tiempo, contacto con extraterrestres y una buena dosis de humor. Vonnegut solía decir que si un borrador no le hacía gracia, lo desechaba como posible novela.

Gracias al cine II


Descubrí  Solaris (1961), de Stanislaw Lem, gracias la película que Steven Soderbergh dirigió en 2002. Una de las peculiaridades de la novela es que el autor se dedica a filosofar sobre la posibilidad de contacto inteligente con otras especies. Me parece sublime. Uno de los protagonistas es un océano.
    ¿Quién anda ahí? (1938), novela corta escrita por John W. Campbell, inspiró a John Carpenter para su filme La cosa (el enigma de otro mundo) (1982). Esta misma narración, aunque no lo parezca, de un modo indirecto está vinculada a la grandísima Alien: el octavo pasajero (1979), dirigida por Ridley Scott y recocida como cinta de culto. En este caso los guionistas basaron una parte del argumento en El enigma de otro mundo (1951), película dirigida por Christian Nyby y adaptación de la misma novela. Al final todo parte casi del mismo punto, y lo bonito es encontrarse y ver hasta dónde somos capaces de llegar.
    La historia de tu vida (1998), de Ted Chiang, inspiró la película La llegada (2016), dirigida por Denis Villeneuve. Gracias a ella conocí al autor y empecé leer su obra. El contacto con una raza extraterrestre es el hilo conductor de la trama. Literatura de ideas en su más pura esencia. Muy aconsejable.

Otras sagas



La saga de Miles Vorkosigan, de la autora Lois McMaster Bujold, consta de veintidós libros. Entre sus títulos tengo marcados Fragmentos de honor (1986), y Gentleman Jole and the Red Queen (2016). La crítica se divide entre admiradores y detractores. Muchos hablan de su buen hacer como escritora y de la magia de sus novelas, sin embargo, otra buena parte de críticos no la valoran demasiado bien. Por mi parte la tengo en pendientes, quizás algún día me dé por leerla y juzgar por mí mismo.
    No debemos olvidar la Saga de Mundo Anillo (1970 - 2004), de Larry Niven. Cuatro novelas que dan comienzo con Mundo anillo (1970), novela galardonada con los tres premios más importantes dentro del género.
    Por introducir algo un poco más moderno, hablaré ligeramente de Saga de La Vieja Guardia (2005-2015), de John Scalzi. Una de esas series que tengo ganas de leer.

Recomendaciones con denominación de origen


Por un lado me gustaría hablar de Arcadia (2017), de Oscar Ryan, novela que narra los comienzos de Trántor. Podría decirse que hace de preludio a la Fundación de Asimov, nombrada en varios pasajes del artículo. Hace tiempo hice una reseña de este trabajo (http://gafasciegas.blogspot.com/2017/11/arcadia-de-oscar-ryan.html).
     El imperio contra Dios (2018), de Andrés Díaz Sánchez, es una ópera espacial muy lograda. En ella podemos encontrar confabulaciones políticas, razas extraterrestres, guerra y aventura. Se puede encontrar fácilmente en la plataforma Amazon.
    En el caso de Inmortalidad: instrucciones de uso (2012), de Carlos Candel, nos topamos con una novela de orientación didáctica. En ella aborda temas como la interdimensionalidad, el control de masas, la muerte y la esperanza. Podría catalogarla de distópica, es una posibilidad.

*** 


10 comentarios:

  1. Gran articulo, Daniel. Y gracias por la referencia a Arcadia.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. "Arcadia" me gustó mucho. No la nombraría de otro modo. Abrazados.

      Eliminar
  2. Un jodido 10... lo has bordado!!!.. me ha encantado!!!

    ResponderEliminar
  3. De nuevo un buen surtido de autores de CF clásica y moderna ,incluido algún elemento subversivo que publica space opera y cuyo nombre me suena de algo. Gracias.
    Solo falta un tal Daniel Aragonés y su magnífica novela de crisálidas psicodélicas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La editorial El Transbordador tiene buen género nacional de ciencia ficción, por cierto. Podrías caber entre sus filas, aportando tu calidad y experiencia.

      Eliminar
  4. Gracias porla info sobre la c. Ficción. Excelente documento.

    ResponderEliminar
  5. Una delicia el artículo completo. Se puede uno tirar una década leyendo títulos.

    ResponderEliminar
  6. Es cojonudo el artículo. Enhorabuena.

    ResponderEliminar