jueves, 21 de enero de 2016

Garras de metal





Los escarabajos de acero suben por mi cuello
y taladran mi cráneo.
Veo al gobernador biomecánico,
quiere implantarme unas garras de metal
con veneno en las uñas.

La mente humana nació en un abismo.

Los sentidos normales se aturden
cuando vives en una dimensión mental
desconocida para muchos congéneres.
Viajas a mundos imaginativos, recónditos;
desapareces la ecuación principal.

La podredumbre interna no se hereda.

Puede que el tema de las garras de metal
sea una patraña producto de mi enfermedad mental,
no lo niego. Sin embargo, es mi deber avisar:
huye, corre,  aléjate de las garras imaginativas
del gobernador biomecánico.

La sociedad es un cerebro enfermo.

8 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Y tan putas que son... pero nosotros somos mucho mejores (por eso estamos tan jodidos).

      Un abrazo.

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  2. Brutal, se me agotan los adjetivos jajajaja

    Un abrazo...

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  3. muy bueno, de principio afín, es que a esta jodida condición mental no le llega ni la luz, ni el agua, no sabe nada de la putrefacción, ni de los estallidos de la germinación.

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    1. Es una paradoja interminable. Por lo menos nos seguimos teniendo (los que estamos).

      Abrazos.

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