Estás mirando a esa
chica con tus nuevas retinas. Atraviesas la ropa, analizas su grupo sanguíneo,
su momento hormonal. Das asco. Tu nuevo tratamiento regenerador te convierte en
un monstruo. El complejo de superioridad de los portadores del nuevo virus de
la inmortalidad es aplastante, un yugo para una sociedad que no necesita más
dioses de madera.
Interface ocular.
Células de hidra navegando por tu corriente
sanguínea.
Lo único que la ciencia no ha logrado
paliar es la idiotez humana. De cualquier otro modo, tú ya no estarías entre
nosotros. De ahí la creación de Slayerpsicowomens
por parte de Antisistema. Sí,
amigo, tu objetivo es uno de esos virus femeninos, y te está mirando. Sin
necesidad de interface sabe perfectamente lo que eres. El asco se presenta en
forma de aura maquiavélica.
Ella se acerca y te acaricia la cara.
Ya es tarde. Sonrisas sensuales. Roce de
pieles.
Es tal tu excitación que ni siquiera notas
el pinchazo. La toxina ya está en tu flujo sanguíneo, coqueteando con las
células de hidra, convirtiéndolas en puré de vísceras. Tu interface crea
interferencias. La realidad se nubla. Ruido rosa. Sequedad bucal. Información
falsa. Taquicardia.
Te encuentran en un callejón.
Diagnóstico: Sobreexcitación informática. Muerte
cerebral.
¡Me ha gustado mucho, Dany!
ResponderEliminarUn saludo de otra amante de la ciencia ficción, live long and prosper!
Gracias, Eva.
EliminarBesazos.