jueves, 21 de julio de 2022

Aquello que mordisquea mis zapatos, una obra de Athman M. Charles

 

 

Podría decir que es de noche, que vivo en un castillo encantado ubicado en Escocia y que me mantengo ocupado regando mis plantas y estudiando acerca del terror, copa en mano, pero no es así. No tengo un pavo, soy un apasionado de las letras y de la oscuridad del ser humano y vivo en un piso de mierda. Lo que si es cierto es lo siguiente: tengo suerte con las pequeñas cosas de la vida, y una de esas cosas ha sido esta obra. De una potencia brutal. Dentro de su precio y del tamaño me parece una obra maestra. La propuesta de este autor, alejada de esas ideas de monstruos y fantasmas, nos presenta una serie de relatos relacionados con el horror en el propio humano, en su psique, y lo que representa. Nuestros propios miedos transformados en sangre, en miedo, en penumbra. Mediante unos textos bastante líricos y muy trabajados, nos adentramos en las entrañas del propio miedo. 

Relatos exprés. Minúsculos dardos envenenados capaces de matar, ideales para los tiempos en los que vivimos. Presentado en un formato muy atractivo. Me enamora la forma en la que este autor nos ha traído esta maravilla terrorífica. Un exterior en plan minimalista y un interior profundo, denso, bien estructurado, capaz de arroparte por las noches y hacer que todos tus nervios se atenacen.    Bofetadas de crueldad. Fobias. Sangre.

Podríamos estar hablando de prosa poética.

Como he leído por ahí, no sé dónde, los relatos están cargados de ciertas temáticas ajenas al gusto global, pues hablan de muerte, de dolor, de pérdida, de incomprensión, de intolerancia y de humanidad. Por supuesto, salseados con horror, sangre, depresión, angustia, ansiedad y nervios.

Cada relato hace que el contador de nuestros propios terrores avance hacia nuestra inevitable debacle personal.



 

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