domingo, 3 de julio de 2016

Irreverencias volcánicas





Quiero escribir un poema costumbrista y soez,
pero no soy capaz, así que se lo dejo a los intrusos.
Me limitaré a picar hielo y preparar algo de beber,
tiraré de libreta, lanzaré los dados y probaré suerte.

Los acordes emergen de los altavoces y viajan,
pasan por la puerta de los cobardes de traje
y giran por la esquina entre pereza y locura.
¡Oh! Lo he vuelto a hacer, tengo memoria de pez.
No existe tal esquina, y ahora toca caminar,
dejar atrás la ciudad y sonreír mientras nos rige
un patán que colecciona doctrinas desacertadas.




2 comentarios:

  1. Pues para no querer escribir un poema soez y costumbrista, tu mano intrusa al teclado lo borda siempre.

    Besos, Dany.

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  2. Eres un maestro. Pueden decir lis puristas lo que quieran.
    Un saludo.

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