jueves, 24 de noviembre de 2016

Veneno volátil





Ahora me ves,
y crees que no estoy.
Espejismo de sal,
figura de alambre.

Ya es tarde…
Solo queda él:
el viento del norte,
y su fuego, y su furia,
y la fuerza, y el odio…
Ya es tarde…
No podrás escapar
del arrastre.

Caerás…

El cielo se extingue
bajo tu mirada,
cuencas vacías,
recuerdos salvajes,
besos, caricias, arrastre.
¿Qué decir?
No existe sosiego
ni ganas de perder
un nuevo juego.

Veneno volátil:
colección de rechazos,
de plomo, de heridas
y de malas pasadas.

Ya es tarde…
Solo queda él:
el viento del norte,
y su rabia, y su raza,
y la muerte, y la sangre…
Ya es tarde…
Tu existencia pertenece
al enjambre.

Caerás…

No eres nada:
veneno volátil,
un ser despreciable,
una diminuta larva.




2 comentarios:

  1. Aún así, sintiendo ser lo más bajo y rastrero del mundo al caer, volverá a resurgir, porque la tierra no lo dejará apoderarse de su debilidad en los instantes qué cae, empujado una y mil veces a cometer nuevamente errores, es, crudeza de vida.

    Me gusta leerte en ésta faceta, sabes que me "tira" más. ;P

    Un besito, Dany.

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