martes, 16 de octubre de 2018

«La curación», de Miguel Córdoba






Una novela tan mágica como su protagonista, Magie, y el viaje existencial que realiza a través de la historia de Estados Unidos —existen ciertos acontecimientos clave para la comprensión de la obra—. Una mezcla magistral de terror surrealista, realismo mágico y ficción extraña. Atrevida por infinidad de cuestiones, terrorífica, muy emotiva y tierna, y aderezada con una banda sonora que se convierte en un protagonista más, como si de una película se tratase.
    La novela ahonda sin miedo, directa y metafóricamente, a partes iguales, en temas tan controvertidos como la muerte y el renacer espiritual; la soledad a la que nos somete la sociedad de las últimas décadas; el amor, el destino y la diferencia; y el maltrato escolar, existencial y vital que sufren ciertas personas, distintas, olvidadas por un mundo al que le sobran las emociones. Quizás sea esto último lo que define a Magie como un ser especial —o igual no del todo—. Al margen de su hilo negro y la percepción mística que posee, la herida que soporta su alma hace que el aislamiento social sea la única opción, una especie de bálsamo que elimina la parte efímera de la vida.
    Empezamos de la mano de una niña y acabamos corriendo detrás de una mujer que se deja arrastrar por su propio destino. Una luchadora que mantiene su fe intacta durante décadas.
   
Lo bueno que tiene Miguel Córdoba es que deja mucho espacio para la libre interpretación, detalle que define a los grandes autores. Sus trabajos, sobre todo este, están compuestos por decenas de capas. Puedes leer, seguir leyendo, leer más, y transportarte a tu propio mundo gracias a la lectura. Viajas con sus personajes y te conoces a ti mismo, todo en un mismo envoltorio. Te miras a través de una realidad convertida en terror. Surrealismo punzante que llega al alma y la atraviesa como un estoque.
    Bajo mis ojos, y guiado por mi hilo negro, este trabajo ha creado una voz en mi interior, una voz que no deja de repetirme lo mismo una y otra vez: «Si te caes, te levantas. Si mueres, renaces. Olvida las heridas y céntrate en la cura».
   
Reflexión tras la lectura:
    Tenemos que reinventarnos si queremos seguir vivos, no cabe otra posibilidad. Puede que nuestro ciclo esté escrito de antemano, aun así, no importa, tenemos la obligación de seguir las señales por nosotros mismos, aunque sean equívocas y nos alejen de la realidad. Existe una curación, aunque sea dolorosa y nos conduzca a la muerte.  
   
Nada de lo que diga vale la pena, tenéis que leer esta obra maestra.


Sinopsis:

Magie Anderson nació con una característica muy particular: tiene un hilo negro atado al dedo anular de su mano izquierda. Juega a enredarse con él y dibuja siluetas misteriosas sobre la mesa del salón. Con el tiempo descubrirá por qué arrastra ese hilo y la patológica obsesión que hay al otro extremo.

En esta historia de terror surrealista los fantasmas se refugian en tambores de lavadora para no tener que afrontar el desasosiego del Más Allá y Dios es una niña de nueve años que vive dentro de una urna de cristal en una base secreta de Nebraska. Por cierto, lleva meses sufriendo una grave depresión y demostrando preocupantes tendencias suicidas. En el mundo de «La curación» las máscaras son más sinceras que los rostros que ocultan y los pensamientos, cuando son intensos y persistentes, monstruos gigantes hambrientos de odio y soledad.


 

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