Una
novela tan mágica como su protagonista, Magie, y el viaje existencial que
realiza a través de la historia de Estados Unidos —existen ciertos
acontecimientos clave para la comprensión de la obra—. Una mezcla magistral de terror
surrealista, realismo mágico y ficción extraña. Atrevida por infinidad de
cuestiones, terrorífica, muy emotiva y tierna, y aderezada con una banda sonora
que se convierte en un protagonista más, como si de una película se tratase.
La novela ahonda sin miedo, directa y metafóricamente,
a partes iguales, en temas tan controvertidos como la muerte y el renacer
espiritual; la soledad a la que nos somete la sociedad de las últimas décadas;
el amor, el destino y la diferencia; y el maltrato escolar, existencial y vital
que sufren ciertas personas, distintas, olvidadas por un mundo al que le sobran
las emociones. Quizás sea esto último lo que define a Magie como un ser especial
—o igual no del todo—. Al margen de su hilo negro y la percepción mística que
posee, la herida que soporta su alma hace que el aislamiento social sea la
única opción, una especie de bálsamo que elimina la parte efímera de la vida.
Empezamos de la mano de una niña y acabamos
corriendo detrás de una mujer que se deja arrastrar por su propio destino. Una
luchadora que mantiene su fe intacta durante décadas.
Lo
bueno que tiene Miguel Córdoba es que deja mucho espacio para la libre
interpretación, detalle que define a los grandes autores. Sus trabajos, sobre
todo este, están compuestos por decenas de capas. Puedes leer, seguir leyendo,
leer más, y transportarte a tu propio mundo gracias a la lectura. Viajas con
sus personajes y te conoces a ti mismo, todo en un mismo envoltorio. Te miras a
través de una realidad convertida en terror. Surrealismo punzante que llega al
alma y la atraviesa como un estoque.
Bajo mis ojos, y guiado por mi hilo negro,
este trabajo ha creado una voz en mi interior, una voz que no deja de repetirme
lo mismo una y otra vez: «Si te caes, te levantas. Si mueres, renaces. Olvida
las heridas y céntrate en la cura».
Reflexión
tras la lectura:
Tenemos que reinventarnos si queremos
seguir vivos, no cabe otra posibilidad. Puede que nuestro ciclo esté escrito de
antemano, aun así, no importa, tenemos la obligación de seguir las señales por nosotros
mismos, aunque sean equívocas y nos alejen de la realidad. Existe una curación,
aunque sea dolorosa y nos conduzca a la muerte.
Nada
de lo que diga vale la pena, tenéis que leer esta obra maestra.
Sinopsis:
Magie Anderson nació con una característica muy particular: tiene un
hilo negro atado al dedo anular de su mano izquierda. Juega a enredarse
con él y dibuja siluetas misteriosas sobre la mesa del salón. Con el
tiempo descubrirá por qué arrastra ese hilo y la patológica obsesión que
hay al otro extremo.
En esta historia de terror surrealista los fantasmas se refugian en
tambores de lavadora para no tener que afrontar el desasosiego del Más
Allá y Dios es una niña de nueve años que vive dentro de una urna de
cristal en una base secreta de Nebraska. Por cierto, lleva meses
sufriendo una grave depresión y demostrando preocupantes tendencias
suicidas. En el mundo de «La curación» las máscaras son más sinceras que
los rostros que ocultan y los pensamientos, cuando son intensos y
persistentes, monstruos gigantes hambrientos de odio y soledad.
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